LAS ‘MOTAZAS’ YA SE DEJAN ALQUILAR
Los sibaritas de las dos ruedas pueden darse el gusto de viajar en vehículos de ensueño, todos de gran cilindrada, gracias a «España en Moto». Esta empresa está inspirada en el ejemplo de Eagle Rider, multinacional líder en el alquiler de motos de gran cilindrada.
Ciertas fantasías moteras se pueden alquilar. No hace falta hipotecarse ni vender el coche para propinarse ciertos caprichos. Ya se sabe que alquilar cualquier moto mítica es un placer efímero, de apenas dos o tres días, pero nada impide que su recuerdo perdure durante años, quizá el resto de la vida. Todas esas motivaciones inspiraron a los socios fundadores de España en Moto para crear la primera empresa de motos multimarca de alquiler de alta gama de este país.
Los hermanos Juan Carlos y Diego Pradera abrieron los ojos al surcar la costa oeste de los Estados Unidos a bordo de unas motos alquiladas de gran cilindrada, negocio con relativo predicamento en la tierra de Obama. Durante miles de kilómetros de asfalto debieron de tener tiempo para pergeñar una idea que se llevaron puesta a casa. Y así empezó esta historia.
Los Pradera modelaron su proyecto y lo dotaron de músculo hasta convertirse en una realidad empresarial. «Si el negocio funciona en los Estados Unidos, también puede hacerlo en España«, seguro que pensaron los hermanos Pradera. Sólo hace falta echar un vistazo a la legión de éxitos empresariales con idéntico origen.
Los hermanos Juan Carlos y Diego Pradera abrieron los ojos al surcar la costa oeste de los Estados Unidos a bordo de unas motos alquiladas de gran cilindrada, negocio con relativo predicamento en la tierra de Obama. Durante miles de kilómetros de asfalto debieron de tener tiempo para pergeñar una idea que se llevaron puesta a casa. Y así empezó esta historia.
Los Pradera modelaron su proyecto y lo dotaron de músculo hasta convertirse en una realidad empresarial. «Si el negocio funciona en los Estados Unidos, también puede hacerlo en España«, seguro que pensaron los hermanos Pradera. Sólo hace falta echar un vistazo a la legión de éxitos empresariales con idéntico origen.
Modelo fácil y conocido por los clientes
Muchos de los clientes de España en Moto están familiarizados con el ejemplo de Eagle Rider, multinacional estadounidense especializada en alquiler de motocicletas de gran cilindrada, con más de 16 años de experiencia y con una flota de 5.000 motos.
Dicho y hecho, España en Moto se constituyó este año en sociedad, puso a su nombre una moto mítica, luego otra, y otra más y así hasta formar un parque que sería la envidia de cualquier coleccionista sobrado de dinero.
La operativa para los clientes es sencilla. Los interesados sólo tienen que acceder a la web de la empresa, elegir el modelo de sus gustos, aceptar las condiciones contractuales y acudir al centro vecino de la madrileña estación de Chamartín, donde recoger el vehículo para tripular durante los días que acuerden.
Varios modelos para alquilar
Se puede llamar capricho, homenaje, regalo o gustazo. El caso es que cualquier motero con experiencia (y por tanto con un buen puñado de años de carnet) puede convertir en realidad su sueño de dos ruedas. En el catálogo se encuentran algunas de las motos más emblemáticas y señoriales del sector. Es el caso de la Harley Davidson Electra Glide, que todavía distingue a la escolta de la Casa Real o a ciertas unidades policiales de los Estados Unidos. Su precio de alquiler oscila entre los 120 y 150 euros al día, en función de la duración del contrato.
Un poco más caras son la Honda Gold Wing y la Victory Vision Tour, ambas con tarifas comprendidas entre los 134 y 168 euros diarios.
Los que prefieran modelos menos aparatosos pueden decantarse por el carisma de la Triumph Boneville America, parecida a la que Steve McQueen inmortalizó en La gran evasión, entre 70 y 84 euros al día.
Los seguidores de Kawasaki deben olvidarse del verde pistacho de la marca para elegir entre el gran turismo Kawasaki VN 1700 Voyager o la naked (modelo de moto sin carenado) Kawasaki Vulcan VN 900 C. La flota móvil se completa con la Honda Deauville 700, idónea para devorar kilómetros en solitario o en compañía, o la futurista Can-Am Spyder RT, única en España, de difícil clasificación y sugerentes prestaciones. Este último modelo, con tres ruedas, se puede pilotar con el carné de automóvil (permiso B).
Las tres reglas del buen motero
La compañía apunta que su oferta pretende responder a las necesidades de los moteros más exigentes, siempre con especial sensibilidad para cuidar de tres características: seguridad, confort y fiabilidad.
Los que busquen la conducción deportiva se quedarán con las ganas, ya que el espíritu de España en Moto está en las antípodas de la adrenalina. Lo que prevalece es el gusto por la conducción tranquila, por el placer de admirar el paisaje, de viajar acompañado con la certeza de que el pasajero también disfruta del camino. Por todos esos motivos, las motos de gran cilindrada incorporan extras muy agradecidos para las largas travesías, como asientos anchos y confortables con calefacción en cada uno de ellos, generosas maletas y equipos de sonido que permiten disfrutar de la radio o el iPod particular.
Opcionalmente, la empresa ofrece integrar GPS y cascos modulares con intercomunicadores, sin olvidar la seguridad pasiva que proporciona el primer airbag de motocicleta (concretamente en la Honda Goldwing GL 1800), junto con los frenos ABS y las barras de protección, entre otros detalles.
Nuevas sensaciones
«La propuesta de ocio la dirigimos a los aficionados a las motos de gran cilindrada que quieren compartir la posibilidad de viajar en motocicletas emblemáticas y, de paso, descubrir los paisajes y la enorme riqueza geográfica de nuestro país, siempre desde una perspectiva diferente: la sensación de libertad, que sólo te ofrece la conducción de estas motos, todas ellas emblemáticas», según explica Juan Carlos Pradera.
Para completar la jugada, España en Moto propone tres tipos de rutas para el disfrute de las motos: guiadas, semiguiadas y sin guiar. Las primeras, actualmente en fase de desarrollo, «ofrecen el acompañamiento de dos guías bilingües, uno en moto y otro en la furgoneta de apoyo, donde se puede transportar el equipaje y las compras que se adquieran a lo largo del viaje», explican en la empresa. Los mismos portavoces señalan que los tours se planifican «en fechas en las que es poco probable encontrar lluvia, pero si esto se produce, los acompañantes podrán viajar, durante esa etapa, en la furgoneta». Los clientes que opten por la oferta semiguiada viajan en solitario, pero con un paquete turístico acordado de antemano. Así, existen acuerdos con hoteles y casas rurales idóneos para viajar en moto, transitando por parajes de interés histórico. En este apartado sobresale la ruta Madrid-Cuenca, con estancia en el establecimento turístico La Casita de Cabrejas (a una decena de kilómetros de la ciudad de las Casas Colgadas y ubicada en un entorno natural de extraordinaria belleza y tranquilidad). Por último, las rutas no guiadas permiten a los clientes disfrutar de la moto a su gusto, por las carreteras que quieran sin ningún tipo de asesoramiento turístico o acompañamiento de apoyo.
Honda Gold Wing 1800
Pesa 380 kilos en vacío, tiene una anchura de un metro y exprime sus 1.800 centímetros cúbicos de cilindrada con extraordinaria suavidad. Es espectacular hasta lo que oculta, como el airbag de serie (la única motocicleta que puede presumir de ello). Esta tecnología salta en cuanto los sensores de impacto perciben la ocasión… pero mejor que nunca sea necesario.
Kawasaki Vulcan VN 900C
La japonesa más presumida del Lejano Oriente es un portento de potencia, diseño y confort. Mide casi 2,5 metros de largo, es musculosa, elegante, elude los cromados por la sobriedad del negro mate y reivindica el espíritu ‘naked’ (desnudo, sin carenado) allá por donde pasa. Su nombre, ‘Vulcan’, dice mucho sobre su contenida energía. Un tesoro de moto.
Honda Deuville 700:
El saber estar es un don, y esa virtud acompaña siempre a este capricho de Honda. Tanto en ciudad como en carretera, la Deuville está abonada a la excelencia. Su motor de 700 cc no puede competir en potencia con los grandes turismos, pero eso apenas cuenta cuando se viaja a bordo de una máquina diseñada para convertir la autovía en un lugar maravilloso.
Can – Am Spyder RT
Esta ‘roadster’ es otra cosa. A mitad de camino entre la motaza y el descapotable, viajar sobre tres ruedas es una experiencia que debe crear adicción. Sus casi 1.000 cc. son razones poderosas para devorar kilómetros con naturalidad, seguridad y aplomo. No hace falta poner los pies en el suelo en los semáforos, pero que nadie pretenda tumbarse en las curvas.
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